Aprender teatro.
Empieza como una idea que nos va visitando de vez en cuando. Puede ser un deseo que siempre estuvo ahí o que ha aparecido gracias a ver una buena pieza teatral, a leer un libro…cada uno tiene su historia.
Lo interesante es que esa idea se va acercando a nosotros y muchas veces la echamos sin contemplaciones con pensamientos del tipo: «Para qué si de todas maneras no te vas a animar», «Tienes demasiada vergüenza», «Seguro que haces el ridículo», «Ya estás grande para eso, busca algo más serio»….Y frases por el estilo.
Si nos quedamos con estas frases dando vueltas lo más probable es que desestimemos la idea de cumplir ese deseo y por consiguiente llegue un sentimiento de frustración. La buena noticia es que no tiene porque ser así!
Aprender teatro es una posibilidad real para todos. De hecho actuamos en todas las circunstancias de nuestra vida, creamos máscaras, personajes y disfraces que nos ayudan a sentirnos más seguros en los distintos contextos a los cuales nos enfrentamos. Entonces, ¿no sería justo decir que si es algo que ya hacemos todos los días lo podamos profundizar con mayor y mejor consciencia?
Aprender teatro se trata de aprender de uno mismo, conocer el propio cuerpo, amigarse con la propia voz. Saber controlar nuestra respiración, darle libertad a nuestra expresión. Acordarnos de que jugar es necesario y que aporta muchas cosas que van más allá de la productividad en la que nos vemos envueltos cada día.
Es hermoso comprobar cuando terminamos cada trimestre en los talleres de teatro en dónde conversamos sobre lo que hemos aprendido y descubierto de nosotros mismos. Escuchar una y otra vez que en vez de las frases
Es hermoso comprobar cuando terminamos cada trimestre en los talleres de teatro en dónde conversamos sobre lo que hemos aprendido y descubierto de nosotros mismos escuchar frases como: «me siento más seguro con mi cuerpo», «cada vez más disfruto en una improvisación», «Qué alegría sentir más y pensar menos!». Son frases muy distintas a los que todos tenían antes de comenzar, pero seguir un sueño es sinónimo de recibir bellas cosas a cambio.
Aprender teatro. Aprender de ti mismo. Aprender juntos.
Puedes leer más sobre el teatro como herramienta de conocimiento personal.
Un pensamiento en “Aprender teatro”